El amor no consiste en cambiar al otro, sino en aprender a sostenernos mutuamente.Cuando miramos desde el amor, alimentamos la luz; cuando lo hacemos desde el miedo, alimentamos la sombra. Este blog es una invitación a reflexionar sobre cómo nuestra energía, nuestras heridas y nuestra conciencia influyen en la pareja, y por qué el verdadero amor requiere presencia, adaptación y sostén recíproco.
Siempre me ha fascinado la lluvia. Su sonido al golpear el suelo, el olor a tierra mojada, la forma en que lo transforma todo. Hay algo en ella que me relaja, que me calma. Pero, al mismo tiempo, despierta en mí un conflicto silencioso. Porque aunque la lluvia me encanta, rara vez me permito mojarme. Siempre busco resguardarme bajo un techo, el paraguas, evitar que mi ropa se empape, que el agua me incomode. Como si mojarme fuera un problema y el agua fuese a hacerme daño. Como si permitirme sentir la lluvia fuera algo que debería evitar. ¿Te resuena...
No te apagues para caer bien. Enciéndete para vivir. Desde pequeña aprendí que ser vista no siempre es bonito.Que no todas las miradas son cálidas.Que no todos los halagos sanan.Y que muchas veces, lo que más duele… es tener que pedir perdón por ser tú. Durante años, viví dos tipos de experiencias muy distintas, que me marcaron profundamente:🌙 Una con las mujeres.🌞 Otra con los hombres.Y ambas condicionaron mi forma de verme, de vincularme y de sostenerme emocionalmente. Lo que me pasaba con las mujeres Desde niña, tuve encuentros “no agradables” con otras chicas.Situaciones donde no hacía nada para caer...
Hay frases que llevamos escuchando toda la vida.Frases que vemos en libros, en Instagram, en carteles motivacionales…"Vive tus sueños. La vida no espera. Nadie va a cumplirlos por ti." Y sí, yo también las había leído mil veces.Pero nunca las había sentido como hoy. Siempre pensé que estaba luchando por mis sueños.Que lo estaba dando todo.Que estaba “haciendo lo posible”. Hasta que me miré con sinceridad y me di cuenta de que no era verdad. No estaba luchando por ellos. Estaba posponiéndolos. Estaba pidiéndole permiso a la vida. Estaba esperando apoyo, condiciones ideales, motivación externa. Estaba poniendo excusas tan bien justificadas...