
Hay frases que llevamos escuchando toda la vida.
Frases que vemos en libros, en Instagram, en carteles motivacionales…
"Vive tus sueños. La vida no espera. Nadie va a cumplirlos por ti."
Y sí, yo también las había leído mil veces.
Pero nunca las había sentido como hoy.
Siempre pensé que estaba luchando por mis sueños.
Que lo estaba dando todo.
Que estaba “haciendo lo posible”.
Hasta que me miré con sinceridad y me di cuenta de que no era verdad.
No estaba luchando por ellos. Estaba posponiéndolos. Estaba pidiéndole permiso a la vida. Estaba esperando apoyo, condiciones ideales, motivación externa.
Estaba poniendo excusas tan bien justificadas que me las creía:
👉 "Primero esto y luego ya podré centrarme en mí."
👉 "Ahora no es el momento."
👉 "Cuando tenga más tiempo, más claridad…"
Y entre tanto "cuando", la vida iba pasando.
Tus sueños son solo tuyos
Hoy lo veo claro:
💥 Nadie va a cumplir mis sueños por mí. Nadie los va a priorizar como yo debería hacerlo.
💥 Nadie va a dar el primer paso por mí.
Y no es desde la dureza ni desde el reproche.
Es desde una verdad que empodera.
Mis sueños son míos. Por eso, mi responsabilidad es hacerlos realidad.
Si la vida luego decide regalarme aliados, personas que me apoyen, una oportunidad inesperada, qué bendición tan bonita.
Pero eso nunca puede ser la condición para avanzar.
¿Por qué nos cuesta tanto empezar?
Me lo he preguntado muchas veces.
¿Es solo ego? ¿Miedo al fracaso? ¿Síndrome de la impostora?
¿O será que estamos tan acostumbradas a sobrevivir, a cuidar a otros, a ser responsables, que nos cuesta incluso permitirnos desear algo solo para nosotras?
Muchas veces no es falta de ganas.
Es falta de permiso interno.
Es como si inconscientemente pensáramos:
"No puedo ponerme a crear esto que sueño cuando hay tantas cosas más urgentes."
"¿Y si no soy suficiente? ¿Y si me equivoco?"
Pero… ¿y si no hacerlo fuera el mayor error?
¿Y si seguir posponiéndolo fuera lo que realmente te aleja de tu propósito, de tu chispa, de tu autenticidad?
Nuestro propósito es mas grande que nosotros… y por eso hay que cumplirlo.
Tus sueños necesitan hechos, no excusas
El primer paso no es perfecto, pero es poderoso.
No necesitas tener todo claro para empezar.
Solo necesitas decidirte.
✨ Decidir que tus sueños merecen ser vividos.
✨ Que tú mereces priorizarte.
✨ Que el tiempo es ahora.
Y cuando tomas acción, aunque sea pequeña, algo cambia dentro de ti.
Se activa una fuerza. Se abre un canal.
Y, sin darte cuenta, empiezas a convertirte en la mujer que una vez solo imaginaste.
¿Y si el miedo no es a fracasar, sino a brillar? ✨
Siempre cuando llegaba el momento de cobrar un producto o servicio lo iba posponiendo…
Y cuando llegaban clientas interesadas, me costaba incluso cobrarles el precio real.
¿Por qué?
Porque en el fondo, sentía miedo.
Miedo a que no fuera suficiente.
Miedo a que no vieran su valor.
Miedo a que me rechazaran, o que me cuestionaran.
Y también, en el fondo, miedo a recibir. A permitirme brillar. A sostener mi éxito.
Ahora cambiemos su por “mi” porque cuando emprendes, eres tu la empresa, el producto, el servicio… y si no crees en ti, tampoco crees en tu producto… no vendes no porque el producto no sea bueno… sino porque no te crees tu valor todavía.
Es fácil soñar.
Más difícil es comprometerte con tu sueño de verdad, con todas sus fases, incluyendo la parte de mostrarte, de cobrar, de recibir, de decir:
👉 “Esto es lo que vale mi trabajo, y lo sostengo con amor y seguridad.”
Pero esa también es parte del sueño.
Recibir lo justo.
Sostener tu abundancia.
Ser testigo de cómo algo que creaste con el alma transforma la vida de alguien más.
Hoy te dejo esta reflexión
💭 ¿Estás luchando realmente por tus sueños o solo los estás idealizando mientras esperas que alguien más los haga posibles?
💭 ¿Qué pasaría si dejaras de esperar condiciones perfectas y empezaras con lo que tienes, desde donde estás, con lo que sabes?
💭 ¿Y si confiaras en que eres capaz de sostener tu sueño con tus propias manos?
Hazlo por ti. Hazlo contigo. Hazlo ahora.
La vida no va a esperarte.
Pero también tiene algo precioso:
cuando tú das el primer paso, ella te responde.
No esperes más.
No pongas tu sueño en manos de nadie.
Cree.
Decide.
Avanza.
Y si llega ayuda, recíbela como un regalo.
Pero camina tú. Porque solo tú puedes dar ese paso.
Con amor,
Ingrid